Un cuento vamos a empezar
para antes de irte a acostar
Erase que se era
una granja coqueta
Era muy bonita
ni grande ni pequeñita
Rodeada de jardines
y pájaros saltarines
Tenía una charca tenebrosa
con algas verdes y horrorosas
Entre las algas y hojas
entre los juncos y babosas
Escondidas asomaban
las ranas que nos cantaban
Desde mediados de abril
hasta primeros de agosto
Que dejaban de cantar
por lo de frío en el rostro
No hay comentarios:
Publicar un comentario